domingo, 23 de agosto de 2009



VIOLENCIA INTRAFAMILIAR



La violencia intrafamiliar es un problema camuflado entre nosotros hasta el punto de
acostumbrarnos a él. Una complicación que a pesar de darse en un ámbito “privado”
tiene sus repercusiones en toda la sociedad, como lo demuestran los perfiles de los
delincuentes, de los abusadores o de muchos padres, abuelos, tíos y hermanos quienes
reproducen en cadena la violencia recibida en sus hogares.

Sin lugar a dudas, la violencia intrafamiliar es un síntoma de una sociedad enferma,
con un desarrollo humano muy pobre, con unas necesidades básicas insatisfechas y
apabulladas por la injusticia social. Sin embargo, hacerle frente a estos aspectos no
sería suficiente sin cambiar las creencias culturales de que con la violencia se
resuelven los problemas, se infunde la autoridad, se educa a los hijos y se retiene a la
pareja.

¿Alguna vez ha sido golpeado o ha golpeado a algún miembro de su familia?
¿Expresiones como: “Usted no sirve para nada”, “aquí se hace lo que a mí me da la
gana”, “usted tiene que cumplir con sus deberes conyugales”, son pronunciadas en su
hogar? ¿En su familia se burlan de usted, lo humillan, lo ridiculizan delante de la gente
o usted hace esto con otros parientes? Todas estas circunstancias son violencia
intrafamiliar.
El conflicto y el poder forman parte de la interacción de los seres humanos. Los
conflictos son inevitables y pueden acarrear un efecto positivo o negativo de acuerdo
como se vivan. En cambio, la violencia es una relación que genera deterioro y
perjudica a las personas. Por otro lado, la familia es el grupo primario de la sociedad.
Está conformado por sujetos que están unidos por lazos de parentesco, ya sea por
afinidad o consanguinidad, y por vínculos afectivos.


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